Si tienes un negocio y quieres ganar en el mundo digital y en época de pandemia, es necesario que tengas una propuesta de valor que atraiga a los visitantes a comprarte o ser un cliente leal.
Nuestros clientes deben reconocer y creer en lo que nos hace únicos y demostrarles cómo podemos ser de gran valor para sus vidas.
¿Por qué redactar una propuesta de valor?
Los slogans y frases pegajosas abundan en los mercados y siempre escuchamos o leemos la típica frase “somos los mejores en el mercado”, sin embargo el consumidor que no nos conoce simplemente no nos va a creer a primera vista.
Para diferenciarnos dentro del mercado abarrotado de competidores debemos diferenciarnos con una propuesta de valor que tenga al menos un factor único y exclusivo. Esto nos ayudará para atraer a nuevos clientes a nuestro embudo de ventas.
La propuesta de valor debe contener todos estos elementos:
- Claridad – cualquier persona de nuestro mercado lo debe entender y comprender.
- Atractivo – debe ser suficientemente atractiva para el mercado al que va dirigido y este debe decir “lo quiero”
- Exclusividad – debe contener al menos 1 factor único que nos diferencia de los demás.
- Credibilidad – debe ser creíble, de otra manera no podrán confiar en nosotros.
¿Cómo redactar una propuesta de valor?
Junta a tu equipo de trabajo e incluso a tus clientes más leales y hagan una lluvia de ideas respondiendo la siguiente pregunta:
Si soy tu prospecto ideal ¿Por qué debería comprarte a ti en lugar de tu competidor?
A continuación enlista todas las propuestas o beneficios y responder en primera persona como si tu fueras un prospecto.
Ponderar las propuestas en cualquier escala en cuanto a que tan atractivo es para el mercado y que tan exclusivo (si lo puede conseguir en otro lado).
Después separar las propuestas con una mayor ponderación (en cuanto a atractivo y exclusivo) para identificar al menos 2 evidencias que ayuden a añadir credibilidad a las propuestas top separadas en el punto anterior.
Finaliza redactando un enunciado que contenga las propuesta Top junto con las evidencias para obtener la mayor claridad posible en tu propuesta de valor.
La importancia de los llamados a la acción y los micro-compromisos
A nuestro futuro cliente debemos guiarlo paso por paso a ese intercambio de valor y es necesario decirles directamente cual es el siguiente paso a seguir, por eso, es importante finalizar con un llamado a la acción.
Por ejemplo que nos llame por teléfono, que agende una cita, que nos envíe un Whatsapp o abra la caja de chat en línea.
Una buena combinación de un llamado a la acción es añadir un micro-compromiso que elimine la fricción en el embudo de ventas. Por ejemplo, si quiero que me compre 10 mil pesos en producto seguramente no voy a pedirle que saque su tarjeta de crédito en ese momento, lo que podemos hacer es invitarlos a probar nuestro producto o a hablar con un especialista.